Las habilidades emocionales son fundamentales para el desarrollo de los jóvenes, ya que les permiten manejar sus sentimientos de manera efectiva, establecer relaciones saludables y tomar decisiones informadas.
Al tener una buena comprensión de sus emociones y saber cómo expresarlas adecuadamente, los jóvenes pueden desarrollar una mayor confianza en sí mismos para enfrentar los desafíos de la vida. Además, el aprendizaje de habilidades emocionales también ayuda a los jóvenes a desarrollar empatía y compasión hacia los demás, lo que a su vez les permite construir relaciones más significativas y colaborar de manera efectiva en un equipo.
Para la Fundación Juan Bautista Gutiérrez (FJBG), y para su Vicepresidente, Felipe Antonio Bosch Gutiérrez, el desarrollo integral de los jóvenes debe ser una parte importante de cualquier programa educativo y de formación. Así lo es precisamente para el Programa Mi Salud…Mi Responsabilidad, en el que se enfatizan cuatro habilidades esenciales:
En el marco del programa la FJBG se enfoca en formar a los jóvenes en la importancia de la autoestima, entendiendo que ésta es una habilidad esencial para el desarrollo personal y profesional. La autoestima se refiere a la valoración y confianza en uno mismo, y su importancia radica en que permite a las personas enfrentar los desafíos de la vida con una actitud positiva y establecer metas realistas.
Para lograr esto, la fundación ofrece talleres específicos en los que se enseña a los jóvenes a conocerse a sí mismos, a valorar sus habilidades y logros, a enfrentar las dificultades y a desarrollar una actitud positiva ante la vida.
La FJBG entiende que la comunicación efectiva es también una habilidad esencial para el desarrollo de los más jóvenes. La capacidad de comunicarse de manera clara y efectiva permite establecer relaciones saludables, resolver conflictos y tomar las mejores decisiones con base en la información que se posee.
Es a través de la toma de decisiones que los jóvenes pueden establecer sus metas, enfrentar desafíos y planificar su futuro. La capacidad de evaluar riesgos, identificar alternativas, y evaluar las consecuencias de sus acciones les permite a los jóvenes tomar decisiones informadas y responsables. Además, la toma de decisiones también les ayuda a desarrollar su confianza y la capacidad para asumir responsabilidades.
La elección de un proyecto de vida es una de esas decisiones trascendentales que los jóvenes deben tomar en su vida. El proyecto de vida es un plan a largo plazo que ayuda a los jóvenes a establecer metas y objetivos, y a contar con un plan para alcanzarlos. La elección correcta de un proyecto de vida les permite a los jóvenes desarrollar su potencial y encontrar su verdadera vocación, lo que les permite alcanzar una mayor satisfacción y felicidad en su vida.
El objetivo del programa al fomentar estos cuatro aspectos consiste en proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para mejorar su autoestima, afrontar situaciones de riesgo de manera apropiada y tomar decisiones en línea con sus objetivos de vida. Los talleres del programa son gratuitos y están diseñados para ayudarles a alcanzar su máximo potencial.