Los valores corporativos pueden, y deben, ser un activo poderoso para las organizaciones. No solo explican a los miembros que la conforman en qué cree una organización, sino que recuerdan al personal actual la forma preferida de operar y lograr resultados.
Para la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, brazo social de Corporación Multi Inversiones (CMI), el legado y la enseñanza de don Juan Bautista Gutiérrez, y de su hija, doña Isabel Gutiérrez de Bosch, son y serán siempre la guía práctica de actuación para la ruta a la que se dirijan las actividades y metas.
Los valores corporativos son características, creencias, comportamientos y actitudes de una empresa. Se crean con el objetivo de que todos los profesionales que la componen, desde el nivel operativo hasta la alta dirección, se identifiquen plenamente con ellos y los sigan.
Deben ser claros y reflejar además las expectativas de la empresa con respecto a los comportamientos y actitudes de las personas que trabajan allí, de modo que lleguen a representar con precisión el espíritu de la organización.
La Responsabilidad, la Excelencia, la Integridad y el Respeto son los valores que CMI y la FJBG difunden en las comunidades con las que trabajan, como una cultura de vida, y que se agrupan bajo el acrónimo REIR. Su vigencia y aplicación diaria representan la forma de mantener vivo el legado de don Juan Bautista Gutiérrez y doña Isabelita.
La promoción y vivencia de estos valores corporativos a través de los programas que impulsa la fundación constituyen la materialización de su defensa de la generación de empleo, oportunidades de desarrollo, y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria.
Al tener valores corporativos bien definidos, una organización es capaz de crear y expresar su propia identidad, lo que le ayuda a ser reconocida por su público objetivo. Esto es importante porque los valores corporativos también inciden positivamente en los colaboradores, quienes comienzan a identificar un propósito detrás de sus responsabilidades y actividades diarias, y como consecuencia generan mayor asertividad y compromiso en sus acciones.
Tomando como punto de partida el legado de don Juan Bautista Gutiérrez, y doña Isabel Gutiérrez de Bosch, tanto CMI como la FJBG persiguen el objetivo de alcanzar el desarrollo integral de cada persona y comunidad a la que apoyan, destinando fondos y recursos que provienen de cada unidad de negocio de la corporación a causas que contribuyen a alcanzar incontables sueños.
Siendo así que a través de la fundación se trabaja desde hace más de tres décadas impulsando los programas de educación y salud que benefician a las poblaciones más vulnerables: las niñas, los niños, los jóvenes y las mujeres de las comunidades más necesitadas del país.
Todo ese trabajo se lleva a cabo bajo el paraguas de los valores REIR, implementado su práctica no solo a nivel de las agrupaciones y unidades de negocio, sino también inyectando su mensaje en las comunidades con las que se relaciona su trabajo corporativo y social.
En conclusión, los profesionales de una organización son piezas clave en la construcción de los valores corporativos porque son quienes hacen la empresa. Su forma de pensar, ser y actuar es un reflejo de sus fundadores y del legado que estos han dejado tras de sí.
Sin la vivencia diaria de sus valores corporativos a través de la fundación y otras iniciativas sociales, CMI no podría continuar siendo el puntal de las corporaciones multilatinas, con presencia en 16 países, y con una familia de colaboradores de más de 40,000 personas, a través de sus dos Agrupaciones de Negocios, y de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez.